miércoles, 25 de noviembre de 2009

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Guión de la película

Primera Escena



Caperucita –que aún no lleva puesta la caperuza- y su madre está en la cocina comedora tomando mate. La niña que no se aleja de la computadora ni un segundo. Mientras ellas hablan, la abuelita sale de su casa llevando un paquete en la mano.



Mamá: No me gusta nada que estés tanto tiempo en la computadora. Es una mala costumbre que estás teniendo. Vení acá conmigo que tenemos que esperar a la abuela.

Caperucita: Mamá, es que tarda mucho y mis amigas me están saludando por facebook. ¿Qué me regalará la abuela por mi cumpleaños ma?

Mamá: Hija, te dije que eso del face… nose que, no me agrada en lo más mínimo.

Caperucita: ¿Cómo podés decir que no te gusta si ni siquiera sabés como se llama?

Mamá: Estuve hablando con las chicas y me dijeron que ahí aparecen un montón de datos personales tuyos. ¿Qué es lo que querés, hacer un reality show nena?

Caperucita: (ríe) ¡Ay! Mamá… dejame tranquila un rato, ¿dale? Pero ¿Qué me traerá la abuela de regalo?

Mamá: Que se yo nena.

Caperucita: Dale mami, si vos con la abuela siempre te contras todo. Decime, que vos sabés.

Mamá: No, no seas impaciente che. Que ya llega la abuela. Espera para abrir tus regalos.

Caperucita: Entonces dejame seguir chateando hasta que ella llegue.


La abuelita llega a la casa de Caperucita. Caperucita sigue en la computadora y la mamá se levanta para recibir con emoción a la abuela. Caperucita, está muy contenta con todo lo que está sucediendo.


Mamá: Vení Caperucita que ya llego la abuela.

Caperucita: Abuela, que lindo verte.

Abuelita: ¡Hola! ¿Cómo están? ¡Que nieta más linda tengo! ¡Feliz Cumpleaños!

Caperucita: ¡Gracias Abu!

Mamá: La ansiosa de tu nieta ya hace rato que te espera.

Caperucita: Si abu, que suerte que viniste. Te quería ver, para comer algo juntas por mi cumpleaños y poder abrir todos los regalos. (Con cara de pícara)


Se acercan a la mesa, se sientan y dialogan.


Mamá: ¡Ay esta chica!

Caperucita: ¿Ya podemos festejar?

Abuelita: Primero abrí tus regalos.



Caperucita desenvuelve los regalos.


Caperucita: ¡Ay! ¡Gracias Abu! ¡Que capa tan bonita! ¡Que caperuza más roja! Y es de la marca que yo quería.

Abuelita: ¿Te gusta nena? Mirá que la podés cambiar eh.

Caperucita: No abu, así soy Caperucita Roja.

Abuelita: Bueno, ponétela entonces.

Mamá: Estás toda roja Caperucita. Ese color te queda divino.

Caperucita: Gracias Abuela. Se lo tenían bien guardado esto ustedes dos. Y, ¿este otro regalo?

Abuela: Abrilo, ¿Qué estás esperando?

Caperucita: Un celular nuevo, como yo quería. Gracias abu, por darme siempre lo que quiero.

Mamá: Viste, la abuela siempre te compra todo lo que vos queres. Te da todos los gustos.

Caperucita: Y vos que bien guardado lo tenías.

Mamá: Bueno queríamos que esto fuera una sorpresa.

Abuelita: Si, una linda sorpresa.



Caperucita besa a la abuela y las tres se sientan a la mesa. Y comen juntas la comida que la mamá va llevando a la mesa, preparada con sus propias manos.



Caperucita: Mami, que rica que está la pizza. Te salió mejor que nunca.

Mamá: Ay viste. Gracias hija, lo mejor es para vos.

Caperucita: ¿Y abu, fuiste este finde a la costa con los jubilados?

Abuelita: ¡No nena! Que voy a ir si cobro el 5 y estamos a fin de mes. Me quede en casa, igual vinieron mis amigas a jugar al bingo.

Mamá: Me imagino que no habrás apostado, ¿no?

Caperucita: Mamá, dejala en paz. Es su plata y hace con ella lo que quiere.

Abuelita: Si, es cierto, además vos que me decís a mi, si vos jugás al quini todos los días, y no hay jueves que no vayas al bingo de Lomas del Mirados.

Mamá: Mamá… ¡Por favor! ¿Yo?

Caperucita: (Tono irónico) Bueno, aparentemente la genética no me ayuda… Voy a ser una jugadora empedernida.



Ríen las tres.



Abuelita: Bueno. Me voy a marchar porque no me quiero perder la novela.

Caperucita: No abu, no te vayas.

Mamá: Quedate un rato más.

Caperucita: Si abu, quedate que yo también miro la novela.

Mamá: Si, quedate con nosotras.

Abuelita: Bueno, pero me quedo hasta que se termine.



Durante el tiempo de la novela, las tres juntas, sentadas miran atentamente sin hacer ningún comentario.

Cuando la novela finaliza, la abuelita se prepara para retirarse a su casa.



Abuelita: Bueno, muy rico todo. Muy linda la novela, y como les dije ahora que terminó, me voy a mi casa cantando bajito.

Mamá: Bueno mamá, no cantes tanto y tené cuidado que hay mucha inseguridad.

Abuelita: No te preocupes. Voy por las calles más iluminadas y transitadas.

Caperucita: Adiós, abuelita. Mandame un mensaje para saber bien cuando llegas.

Abuelita: Nena, sabes que se me complica con esto de mandar mensajes, que la pantalla es muy chiquita y el teclado también. Y mis dedos son muy grandes. La tecnología no es para mí.

Caperucita: Bueno entonces llamame. ¿Dale abu? Bueno, chau.

Abuelita: Chau, Caperucita.

Mamá: Chau mamá, nos vemos pronto.



La abuelita se marcha a su casa.

Caperucita vuelve a la computadora.



Segunda Escena


Amanece Caperucita en su cama. Caperucita –ya lleva puesta la capa- y su mamá está limpiando la cocina.

Suena el teléfono. Atiende la mamá.






Mamá: Hola, ¿Quién hable?



La abuela en off, con vos débil.



Abuelita: Hola hija, soy tu madre.

Mamá: ¿Qué voz rara mamá, que te pasa?

Abuelita: Me siento mal, debe ser algo que comí ayer, y tuve que llamar al médico.

Mamá: ¿Necesitas algo?

Abuelita: El médico me recetó unos remedios, pero no tengo fuerzas para ir a comprarlos a la farmacia. Estoy acostada.

Mamá: Quedate tranquila que ahora la mando a Caperucita, para que no esté en la computadora desde temprano.

Abuelita: Bueno gracias hija, entonces la espero en casa. Chau.



La mamá cuelga el teléfono y se dirige al cuarto de su hija.

Caperucita en su cama mirando la tele.



Mamá: ¡Caperucita! Acaba de llamar la abuela. Está un poco enferma y se quedó en la cama, así que anda a la farmacia a comprarlos y acercate a su casa a llevárselos.

Caperucita: Pero mamá, seguramente lo que tiene es que ayer le cayo mal la torta seguramente. ¿No será mejor que vayas vos, así le preparás algo para comer?

Mamá: Te pedí que vayas vos Caperucita. Aparte ella quiere que le hagas compañía. Dale, ayudame con esto, porque sino no salís el fin de semana.

Caperucita: Uh bueno, esperá que le diga a alguna de mis amigas para que me acompañe.

Mamá: ¡Uy! ¿Ya tenés que buscar compañía? ¿No podés hacer las cosas sola y rápido?

Caperucita: Bueno. Tampoco es para que me regañes.

Mamá: Ah. Y tené mucho cuidado y no te entretengas por ahí, que la calle es muy insegura. Yo, mientras voy un rato a charlar con las vecinas.

Caperucita: ¿Viste lo que pasa cuando haces las recetas que vez en Utilísima? Siempre alguien termina empachado.

Mamá: ¡Ay! ¡Callate nena! Pobre de vos. Quiero ver que pasa si cocinas vos.



La mamá se marcha.

Caperucita llama a su amiga Melisa con su nuevo celular.



Caperucita: ¿Hola Meli?

Melisa: ¿Quién sos? No te tengo registrada.

Caperucita: Soy yo, Caperucita. Es que mi abuelita me regaló un celu nuevo.

Melisa: Ah ¿si? Y ¿te gusta?

Caperucita: Si, era el que yo quería. Asíque bueno, agendalo.

Melisa: Dale, ya lo agendo.

Caperucita: Che Meli, ¿me acompañas a la farmacia que tengo que comprar unos remedios para mi abuelita?

Melisa: Bueno dale. Pero ¿está bien tu abuelita?

Caperucita: Si nose, debe ser algo que comió.

Melisa: Bueno, entonces me cambio y en cinco minutos paso por tu casa.

Caperucita: Dale, te espero.

Melisa: Chau.

Caperucita: Chau Meli.



Caperucita espera en su casa a que llegue su amiga.

Melisa pasa a buscarla y se dirigen a la Farmacia.


Tercera Escena


Caperucita: Hola Meli. ¿Vamos ya para la Farmacia?

Melisa: Si, dale vamos así no se hace tarde y podemos dar unas vueltas por el barrio.



Se ríen y comienzan a caminar.

Una vez que compran los remedios salen nuevamente.

Se detienen en la puerta de la farmacia.



Caperucita: Listo ya compramos, ahora podemos seguir camino.

Melisa: Es temprano todavía, ¿vamos a la plaza con las chicas?

Caperucita: Bueno, si, tengo tiempo todavía.



Dan vueltas por el barrio.

En la plaza, sus amigas sentadas.

Se encuentran con ellas.



Caperucita: Hola.

Amiga: ¿Dónde van tan apuradas amigas? Quédense un rato acá, a charlar.

Caperucita: Nada, fuimos a comprar unos remadios para mi abuela.

Melisa: Si que la pobre se sentía mal.

Amiga: Uh, pobre, y vos Caperucita, ¿Cómo andas?

Caperucita: Yo bien, no te conectaste hoy y yo tengo que contarte algo.

Amiga: ¿En serio? ¿Qué pasó?

Caperucita: Conocí a un chico por Internet, que vive al lado de la casa de mi abuela. Por ahí me lo cruzo ahora. Me muero por verlo.

Amiga: Tené cuidado, a ver si te engaña. No viste en la tele lo que le pasó a esa chica que conoció a un pibe por Internet?

Caperucita: Ay, nena no seas mala onda.



Mientras conversan aparece un hombre, de aspecto raro, que la mira insistentemente.



Amiga: Está bien. ¿Le mandaste un mensaje para decirle que vas para allá?

Caperucita: No, no le pase mi celu, por las dudas.

Amiga: ¿Por las dudas que?

Caperucita: Es que mi mamá me hincha todo el tiempo con la inseguridad y bueno…

Amiga: Bueno por un lado tiene razón cuidate porque están pasando cosas muy feas por la calle.

Caperucita: Si, es verdad. Y bueno, igual después te cuento bien que onda.

Amiga: Dale, yo me conecto tipo ocho. Si no estoy hablame igual, vos sabes como es esto.

Caperucita: (risas) ¿De quién te estarás escondiendo vos?

Amiga: Ya vamos a hablar… (Risas). Nos vemos gorda.

Caperucita: Cuidate!

Amiga: Chau Caperucita.

Caperucita: Chau amiga.




Caperucita sigue su camino, y el hombre que la miraba, comienza a seguirla; sin que ella se de cuenta. De pronto se le acerca





Hombre: Perdón linda, ¿me podés decir la hora?

Caperucita: Son las cuatro y media.

Hombre. Gracias.

Caperucita: Que ojos tan grandes tenés.



Y siguió caminando.

El hombre la sigue, y le contesta.



Hombre: Estos ojos son para verte mejor, linda.



Caperucita asustada apura el paso.

Cada uno sigue su camino.



Cuarta escena



Mientras Caperucita caminaba tranquila por la calle, el hombre apuró el paso, para llegar antes a la casa de la abuelita.

Una vez allí, golpea la puerta.



Abuelita: ¿Quién es?

Hombre: Doña, El Lobo de Metrogas.

Abuelita: ¿Qué quiere?

Hombre: Vengo a tomar el estado del medidor.

Abuelita: Como no señor.




La abuela se levanta, agarra las llaves, abre la puerta.

El lobo la empuja y entra en la casa.



Abuelita: ¿Quién es usted? ¿Qué quiere? Que ojos tan grandes tiene.

Hombre: Para verte mejor.

Abuelita: No me haga nada, llévese todo lo que usted quiera. Ahora que lo veo bien, que manos tan grandes tiene.

Hombre: Para agarrarte y empujarte mejor y esconderte pronto dentro del armario, que en cualquier momento llegará tu nieta.

Abuelita: No por favor a mi nieta no. ¡A mi nieta no!

Hombre: Callate y metete ahí.



El hombre mete a la abuelita dentro del armario y lo cierra de un portazo.



Hombre: Ahora si, todo listo para recibir a la hermosa niña.



Quinta Escena


Llegando a la casa de su abuela, ve a Marcos, su príncipe que lo conoció por Internet.



Marcos: Hola, vos sos… ¿Caperucita Roja?

Caperucita: Si.


Se sonroja.


Marcos: Ah, pero sos mas muchisimo mas linda personalmente.

Caperucita: Gracias.

Marcos: De nada, es la verdad. ¿Qué haces por acá?

Caperucita: Vine a traerle unos remedios a mi abuela que no se siente bien.

Marcos: Uh pobre. Pero ¿Está bien?

Caperucita: Si, si. No es nada grave.

Marcos: Ah, bueno. Y, ¿Haces algo el finde?

Caperucita: Y mira, estoy haciendo buena letra en casa para salir, pero no se bien que onda.

Marcos: Bueno, fijate y avisame así hacemos algo. Ya que estamos pasame tú numero de celular.

Caperucita: No, mejor pasámelo vos y yo te aviso.

Marcos: Bueno, anota... 1550403020

Caperucita: Listo ya te agende, después te mando un mensaje y te aviso. Ahora si, me voy yendo a lo de mi abuela.

Marcos: Bueno dale. Mandale un saludo de mi parte. Y que se mejore.

Caperucita: Yo le digo.

Marcos: Eso espero.



Se saludan y cada uno se va para un lado distinto.



Sexta Escena



Caperucita entra a la casa de su abuelita; se percata de que la puerta está abierta y comienza a preocuparse. Se encuentra con todo desordenado. Y no encuentra a su abuela, desesperándose por todo.






Caperucita: ¿Quién anda ahí? ¿Abuela? ¿Dónde estás? ¿Qué pasó acá? ¿Abuela?



Hombre que se le acerca de atrás. Queriendo agarrarla, la arrincona.

Tomándola de los brazos y hablándole sofocadamente.



Hombre: Hola bonita.

Caperucita: (Ella desesperada, por el desorden que encontró, y por la ausencia de su abuela) Pero, ¿Quién sos? ¿Qué haces aca? ¿Qué boca tan grande tenés? ¿Dónde está mi abuela?

Hombre: Qué linda que sos. Esta boca es para besarte mejor. Vení conmigo.

Caperucita: (en ese momento recuerda que es el mismo hombre que le preguntó la hora en la calle yendo a la casa de su abuela, y aumenta su desesperación aún más) No, salí!. No me toques lobo maldito. ¿Dónde está mi abuela? ¿Qué pasó acá? ¿De donde sacaste esas orejas tan grandes?

Hombre: Son para oírte mejor. Dale nena, no te hagas la difícil.

Caperucita: (gritando cada vez con más fuerza) Abuela, abuela! ¿Dónde estás?

Hombre: No te gastes nena, que tu abuela está bien guardada.

Caperucita: ¿Qué le hiciste? ¿Dónde está mi abuela Lobooooo? (gritando desesperada) ¡Ayuda! ¡Auxilio! No te me acerques más. ¡Socorro! ¿Qué, no me escuchás con esas orejas tan grandes?

Hombre: Callate nena, que sos muy linda para gritar así. Mis grandes orejas son para oírte mejor. Y callate de una vez.

Caperucita: Y esas manos horribles, ¿De dónde las sacaste?

Hombre: Son para agarrarte mejor y llevarte conmigo.

(Descontrolado, queriéndose llevar a la niña a toda costa)

Caperucita: Nooo, por favor. ¡Ayuda! ¡Ayuda!

Caperucita ya no sabe qué hacer.
De repente aparece Marcos para defenderla.


Marcos: ¡Quieto si no querés que te rompa la cabeza!

Hombre: Pero si sólo estamos charlando. ¿Verdad bonita?

Caperucita gritando

Caperucita: ¡Mentira! Me quería agarrar y llevarme con él, por favor ayudame

En ese momento entra un policía que pasaba por allí y escuchó los gritos.

Policía: Alto ahí. ¡Qué está pasando?

Hombre: Yo no hice nada.

Marcos: Este lobo miente. Estaba abusando de Caperucita.

Hombre: Es mentira, yo no hice nada.

Policía: Eso ya se lo explicarás al juez. Estás detenido.

Sale el policía llevándose al hombre.

El hombre mira enojado a Marcos.

Marcos: ¿Cómo estás? ¿Mejor?

Caperucita: Si, si, ahora que este tipo se fue.

Marcos: Bueno, tranquila Caperucita que ya estás a salvo.

Caperucita: ¿Mi abuela? ¿Abuela dónde estás?

Abuelita: Acá estoy

Aparece la abuela saliendo del ropero

Caperucita: Abuelaaaa

Abuelita: Nena ¿Qué pasó?

Caperucita: No sé, me perseguía un tipo y quiso abusar de mí. ¿Dónde estabas?

Abuelita: Ese degenerado me encerró en el ropero. Cuando escuché los gritos, llamé el 911 con mi celular.

Caperucita: Menos mal que tenías el celu encima, después mamá se enoja cuando me ve que lo llevo a todos lados. ¿Cómo estas?

Abuelita: Bien querida, no te preocupes por mi. Y vos?
Caperucita: Por suerte no me paso nada.



Vuelve a entrar el policía para conversar con Marcos, Caperucita y la abuelita y conversan sobre lo ocurrido.




Marcos: ¿Y usted quien es?

Policía: Yo soy un policía que estaba patrullando la zona y recibí un llamado de la comisaría, que había algo en esta casa entonces me dirigí al lugar para ver que ocurría. Y estábamos persiguiendo a un violador, pero quédense tranquilos que ya está detenido.

Todos: Bueno, Gracias.

Policía: Asíque quédense tranquilos que está detenido y no va a salir mas.

Todos: Bueno, Muchísimas Gracias.



El policía se retira.



Séptima Escena


Marcos, Caperucita y la abuelita, se quedan charlando. Marcos abraza a Caperucita.


Marcos: Tranquila Caperucita, que yo estoy acá para acompañarte en todo momento.

Abuelita: El es Marquitos, Caperucita. Él es el hijo de mi vecino el leñador. Es muy buen chico.

Caperucita: Ya lo se abuela.

Abuelita: Es un lindo chico, además es muy bueno. Yo lo conozco desde que nació, si hasta le cambiaba los pañales.

Caperucita: Ay, abuela lo vas a hacer pasar vergüenza.

Abuelita: ¿Por qué no van a tomar algo?

Marcos: Si su nieta quiere. Yo iría con mucho gusto.

Caperucita: Abuela, no te metas.

Abuelita: ¿Por qué me decís así? ¡Encima que te ayudo!

Marcos: Bueno Caperucita, al final ¿querés salir conmigo o no?

Caperucita: (se rie) Si, vamos. Pero vos abuela avisale a mamá.

Abuelita: No te hagas problema, para mamá vos estás acá tomando mates conmigo.

Marcos: Grande nona!




Risas de todos. Caperucita y Marcos se van.



Octava Escena


Aparece la mamá, desesperada y muy preocupada al enterarse lo ocurrido en la casa de la abuelita.




Abuela: Hija, ¿Qué haces acá?

Mamá: ¿Qué pasó mamá? Me llamó Pirula, para cintarme que estaban en problemas, que se escuchaban gritos.

Abuela: Tranquila hija que ya paso todo.

Mamá: ¿Qué tranquila? ¿Dónde está Caperucita? ¿Qué pasó con ella? ¿No le hicieron nada no?

Abuela: Pero por favor querida calmate un poco, que ya paso todo.

Mamá: Bueno, contame de una vez por favor. Y quiero saber donde está mi hija.

Abuela: Tranquilizate de una vez, que tu hija está sana y salva con el chico que la protegió para que no le sucediera nada.

Mamá: La protegió, ¿de que?

Abuela: De un Lobo malvado, que me encerró en el placard y quiso abusar de ella.

Mamá: Por Dios. Y ¿Qué paso?

Abuela: Llego Marcos, el hijo del leñador que vive al lado y evitó que ese depravado hiciera lo que el quería con Caperucita. Fue su héroe.

Mamá: Y ahora, ¿Dónde está?

Abuela: Salió a tomar algo con su nuevo amigo, no pasa nada enserio, te podes quedar tranquila porque yo a Marquitos lo conozco de chiquitito. (Le guiña el ojo)

Mamá: ¿Amigo o amigovio?



Ambas se ríen.





Novena Escena



Marcos y Caperucita vuelven muy contentos. Caperucita ve a su madre y se asusta por su presencia allí.



Caperucita: ¡Mamá! ¿Qué haces acá? ¡Abuelaaaa!

Abuela: No pasa nada Caperucita, quedate tranquila nena que ya estuve hablando con tu madre y le conté todo lo sucedido.

Mamá: Si por suerte ya pasó, la abuela me contó todo. (Se dirige hace Marcos) Gracias por cuidar a mi nena.

Marcos: Lo hago con buenas intenciones doña. Ella sabe que la quiero.

Mamá: Bueno está bien, pero cuídense, porque la inseguridad avanza y no quisiera que vuelvan a pasar por momentos como estos.

Marcos: Quédese tranquila señora.

Abuela: Bueno y que tal si festejamos con una rica cena.

Caperucita: Si sentémonos todos a la mesa. ¿Qué vamos a cenar abuela?

Abuela: Ahora traigo, está la comida en el horno.

Caperucita: Buenísimo Abu, y ¿si miramos la película de Caperucita Roja y el Lobo?


Todos ríen.


FIN.

lunes, 16 de noviembre de 2009

El parche del DVD


Creamos el DVD. Utilizando los mismos programas que para la tapa del DVD.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Tapa del DVD


También trabajamos la presentacion de la tapa del estuche del DVD.
Utilizamos Photoshop y Corel Draw.
Y distintas imagenes de Internet para crear una mezcla de imagenes.

Afiche publicitario de película



Esto es una muestra de nuestro afiche publicitario. Se trabajo con Photoshop y Corel Draw. Y utilizando diversas herramientas de cada uno de estos programas.